Instituciones y personalidades crean la Fundación Arizmendiarrieta

La entidad difundirá la figura, vida y obra del padre del cooperativismo vasco

Un centenar de instituciones, ciudadanos y personalidades del mundo de la educación, la Iglesia, la política y la cultura impulsan la creación de una fundación que difunda la figura, vida y obra de José María Arizmendiarrieta (Markina-Xemein, 1915-Arrasate, 1976), padre del cooperativismo vasco. La diócesis de Donostia es la principal promotora de Arizmendiarrieta Kristau Fundazioa, una iniciativa canónica sin ánimo de lucro apadrinada por un numeroso grupo de cristianos laicos relacionados con el cooperativismo y el proceso de canonización del fundador de la Corporación Mondragon.

Además del obispado de la capital guipuzcoana, entre los promotores de la fundación se encuentran las diócesis de Bilbao y Gasteiz, la Universidad de Navarra y la Universidad de Deusto. Alfonso Gorroñogoitia y José María Ormaetxea, dos de los fundadores de la experiencia cooperativa de Arrasate, así como el obispo emérito de Donostia Juan María Uriarte son los tres miembros de honor de una larga lista de impulsores que incluye a personalidades del mundo cooperativo, del ámbito eclesial, la educación, la política, la economía y las instituciones vascas.

Precisamente, en la relación de miembros figuran representantes como el parlamentario vasco del PP Carmelo Barrio, el jeltzale y exalcalde de Azkoitia Asier Aranbarri, el exdiputado de Amaiur en el Congreso Rafa Larreina, Beatriz Marcos, concejala popular del Ayuntamiento de Bilbao, Paul Ortega, director de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo, y Óscar Seco, director general de Inclusión Social de la Diputación de Bizkaia. La lista también reúne a personas reconocidas del ámbito profesional como los catedráticos Juanjo Álvarez y Javier Elzo, el exvicelehendakari Jon Azua, el exviceconsejero Pedro Luis Arias, Guillermo Dorronsoro, decano de Deusto Bussiness School, Itziar Navarro, también de Deusto Bussiness School, el director general de IK4, Juan Miguel Erdozain, los exvicepresidentes de Corporación Mondragon Javier Mongelos y Juan Mari Otaegui, el exrector de Mondragon Unibertsitatea Javier Retegui, Pureza Aranzabal, viuda de Luis Usatorre, uno de los fundadores de Ulgor, germen de Fagor, y José Ramón Elortza, de la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta.

El humanismo y la cooperación guiarán el trabajo de una fundación que, entre otras misiones, busca “la colaboración en la evangelización social, especialmente en el ámbito económico y empresarial, y la participación en la sociedad civil para su transformación socio-económica desde la inspiración del evangelio y los principios de la doctrina social de la Iglesia”.

Entre otras líneas de actuación, los impulsores de la iniciativa pretenden promover estudios e investigaciones para dar a conocer la vida y obra de Arizmendiarrieta, así como su influencia en la sociedad pasada, actual y futura, y la creación de vídeos y documentales que difundan su figura. Arizmendiarrieta Kristau Fundazioa también se fija el objetivo de acercar el legado del padre del cooperativismo a los jóvenes mediante el uso de las redes sociales.

Otro de sus ejes de actuación pasa por fomentar la evangelización social en colaboración con las iglesias locales. Entre otras actuaciones, la fundación se plantea crear un “polo de cristianos laicos en el ámbito de la empresa y de la economía social”, participar en una “evangelización social más atenta a la dimensión económica, empresarial y política” y “difundir en los ámbitos eclesiales la persona, obra y el proceso de canonización” de Arizmendiarrieta.

Arizmendiarrieta Kristau Fundazioa también aspira a sumarse a los procesos de transformación socio-económica de Euskadi y, por este motivo, se plantea participar en las reflexiones que surjan sobre la “innovación ética de la economía y la empresa” y propiciará que se incorporen los valores que difundió Arizmendiarrieta en las políticas legislativas y públicas del País Vasco. Como no podía ser de otra manera, la fundación prevé participar en ámbitos católicos internacionales con varias líneas de actuación como la identificación y extensión de “mejores prácticas” para dar una nueva dimensión a la tarea evangelizadora. Además, pretende colaborar con los ámbitos de la evangelización social de Roma, impulsar la colaboración con universidades católicas, sobre todo de Latinoamérica, y promover el cooperativimo en proyectos Norte-Sur con entidades como Manos Unidas, Cáritas y Misiones Diocesanas.